Madre migrante
Dorothea Lange - 1936
En 1922 se inició
una época de crecimiento acelerado de la producción industrial capitalista. El
país que experimentó el mayor crecimiento de todo el mundo capitalista fue
Estados Unidos; que, entre 1921 y 1929, logró duplicar su producción y concentró
el cuarenta y cuatro por ciento de la producción mundial. En Estados Unidos
este crecimiento fue impulsado por el avance científico y el desarrollo de nuevas
actividades, como la industria eléctrica, la industria automotriz y el
petróleo. También contribuyó al crecimiento la difusión del taylorismo y el
fordismo en la organización de la actividad industrial. La producción en serie
permitió abaratar los costos de la mano de obra y obtener una mayor
productividad. Pero sólo estuvieron en condiciones de llevar adelante este
nuevo tipo de producción industrial los grupos capitalistas más poderosos. El
requerimiento de grandes inversiones, acentuó el proceso de concentración de
los capitales y la formación de cárteles.
La industria del
automóvil fue la de mayor crecimiento en los años 20. En Estados Unidos, en
1900, se fabricaron cuatro mil autos; en 1929, cinco millones. La expansión de
la industria automotriz favoreció el desarrollo de otras áreas de la economía.
La venta masiva de automóviles estimuló la construcción de carreteras y de
viviendas, muchas de ellas utilizadas como casas de veraneo o de descanso, en
zonas más alejadas.
El notable
crecimiento económico hizo pensar a economistas y dirigentes políticos que se
había iniciado una nueva era para el capitalismo, sin las bruscas crisis cíclicas,
con sus períodos de alzas y bajas. Esta confianza se tradujo en la compra, por
gran parte de la población, de acciones de empresas industriales. Hacia la
bolsa de valores de New York (Wall Street) afluían capitales de todo el mundo.
La compra casi desenfrenada de acciones, entre 1927 y 1929, creció un ochenta y
nueve por ciento. Sin embargo, la producción industrial en esos años sólo había
crecido un trece por ciento. Aunque la especulación financiera permitía ganar
mucho dinero en poco tiempo, el precio de las acciones estaba muy por encima
del crecimiento real de las empresas. Este desfasaje fue uno de los factores
que preanunciaron la crisis.
El
crack de Wall Street
El 29 de octubre de
1929 (el denominado Jueves Negro), se desató una ola de pánico en la bolsa de
New York. En pocas horas, fueron vendidas trece millones de acciones y se
evaporaron las ganancias obtenidas por las empresas en los años de crecimiento.
La caída de los títulos de las grandes empresas arrastró a las demás, y ya no
hubo respaldo para los créditos. A partir de ese momento, se inició un período
de contracción económica mundial, que se extendió hasta 1940, conocido como la
gran depresión. Durante esos años, los valores de las acciones no cesaron de
bajar.
El período de
depresión se caracterizó, en Estados Unidos, por un conjunto de hechos
vinculados entre sí:
a. La caída del
consumo originada por la caída del poder adquisitivo de los ingresos de la
mayor parte de la población.
b. El cierre de
empresas por las dificultades para la venta de su producción.
c. La disminución
de la inversión en las empresas que continuaban en actividad.
d. La quiebra de
bancos, porque los ahorristas retiraban sus fondos, y la consecuente
paralización del crédito.
e. El aumento de la
desocupación.
Esta crisis
económica de la primera potencia industrial tuvo consecuencias en todo el
mundo. Estados Unidos dejó de importar, y con ello exportó de inmediato la
crisis a los demás países. Simultáneamente, se quebró el sistema financiero internacional,
acordado para posibilitar el intercambio comercial mundial.
A veintidós días
del crack, el presidente norteamericano Hoover declaró que la solución estaba a
la vuelta de la esquina. Sin embargo, después de tres años, el equilibrio no
llegaba. Entre 1930 y 1932, ante una crisis de magnitudes hasta entonces desconocidas,
los gobiernos de los países capitalistas no hallaron ninguna respuesta satisfactoria.
Las teorías de los economistas liberales indicaban que no había otro camino que
aguardar a que el mercado, por medio de la oferta y la demanda, restableciera
el equilibrio perdido.
El
New Deal
En marzo de 1933,
asumió la presidencia de Estados Unidos el representante del partido demócrata
Franklin D. Roosevelt. Durante su mandato se crearon un conjunto de organismos
estatales, como la National Recovery Administration, para la recuperación
industrial, y la Agricultural Adjudment Administration, para la recuperación
agrícola, con el objetivo de regular y estimular la actividad económica. Estas
instituciones e iniciativas, inspiradas en las ideas keynesianas, recibieron el
nombre de New Deal (Nuevo Trato). Su objetivo principal era reconstruir la
economía norteamericana, a partir de reactivar la actividad industrial, y
resolver los problemas sociales, especialmente la creciente desocupación.
En una primera
etapa, la intervención estatal en la economía favoreció la concentración
monopólica del capital, decisión que perjudicó a las empresas pequeñas y
medianas. Estas medidas agudizaron los conflictos con el movimiento obrero.
En una segunda
etapa, se puso mayor énfasis en resolver los problemas sociales: la
desocupación y la conflictividad obrera. El Estado distribuyó subsidios a los desocupados,
creó nuevos puestos de trabajo y buscó un acercamiento con el movimiento
obrero, reconociendo la legalidad de todas las organizaciones sindicales. Para
resolver la crisis agraria, el Estado otorgó subsidios a los agricultores, a cambio
de que no explotaran todas sus tierras. El objetivo era disminuir la producción
agrícola para producir un alza de los precios y evitar, así, la ruina de los
agricultores. Igualmente, el Estado llevó adelante planes de asistencia
sanitaria, organizó sistemas de pensiones por jubilación y de protección para
pobres y marginados. Estas acciones estatales dieron origen a la expresión
Welfare State (Estado benefactor o de bienestar), que hace referencia a un Estado
que se propone resolver los problemas sociales, con el objetivo de garantizar
un correcto funcionamiento del capitalismo.
El New Deal no
logró la recuperación de los niveles de producción industrial anteriores a la
crisis, ni llegó a erradicar la desocupación; pero atenuó los efectos de la
crisis.
La recuperación
definitiva de la actividad industrial y del nivel de empleo se logró recién en
los 40. En esos años se organizó el complejo militar-industrial, que significó
un mayor grado de planificación de la economía por parte del Estado, que orientó
las inversiones hacia la industria pesada (acero y siderurgia), destinada a producir
armamentos. La demanda de mano de obra que generó este crecimiento industrial
llevó a la incorporación al mercado de trabajo de las mujeres y los negros, grupos
sociales hasta entonces excluidos.
El
cuenco de polvo (dust bowl)
La acumulación de
circunstancias climáticas y malas prácticas de explotación del suelo provocó,
en los años 30, uno de los mayores desastres naturales en la historia de los
Estados Unidos: el dust bowl. La aridez (que se prolongó entre 1932 y 1939 en
las llanuras y praderas de la zona central y septentrional del país, y que fue precedida
por un largo ciclo de precipitaciones por encima de la media) y la sustitución
de pastizales nativos por cultivos sensibles a la sequía, fue la causa del aumento
experimentado en la tasa de erosión. Inmensas nubes de polvo y arena eran
levantadas por el viento de un suelo despojado de humedad, con tanta densidad
que tapaban el sol. Esas jornadas, que recibían la denominación de "ventiscas
negras" o "viento negro", marcaron profundamente la sociedad norteamericana
y pusieron de manifiesto que las malas prácticas agrícolas, que solo buscan
rentabilidad y explotación sin freno, influyen en el equilibrio ecológico. El
dust bowl afectó 400.000 km2 y provocó que más de tres millones de
personas abandonasen sus granjas, y cerca de medio millón se desplazasen a Estados
del oeste buscando nuevas formas de vida.
Broke, baby sick, and car
trouble!
Dorothea Lange - 1937
Millones de
granjeros, conocidas como "okies" (ya que Oklahoma fue de los Estados
más afectados), iniciaron un éxodo principalmente hacia California. Muchos artistas,
como la fotógrafa Dorothea Lange, el cantante Woody Guthrie (autor de las Dust
bowl ballads) o el escritor John Steinbeck (con sus novelas Las uvas de la ira
y De ratones y hombres) retrataron las consecuencias de esta catástrofe.
Igualmente, el cineasta Paul Lorentz realizó la primera película financiada por
el gobierno, a través del Departamento de Agricultura (USDA), para ser exhibida
comercialmente: The plow that broke the plains (El arado que rompió las
llanuras). El escaso presupuesto asignado (6.000 dólares) hizo que Lorentz
acabara invirtiendo su propio dinero para finalizarla. Los aproximados 25
minutos de metraje fueron filmados en las polvorientas Grandes Llanuras, arrasadas
por la ignorancia y la codicia de un sistema económico que arrastró a cientos
de miles de familias en el desastre del dust bowl.
El dust bowl
multiplicó los efectos de la crisis económica, razón por la que la administración
Roosevelt estableció el Soil Erosion Service, para popularizar entre los agricultores
técnicas de conservación del suelo, destinadas a combatir la erosión. Más
tarde, se decidió la creación del Federal Surplus Relief Corporation (FSRC), organismo
que derivó productos agrícolas a las organizaciones de auxilio social. El programa
de compra de reses del Drought Relief Service (DRS) permitió subvencionar a los
granjeros, y una parte de la carne apta para el consumo fue distribuida por el
FSRC.
La Soil
Conservation and Domestic Allotment Act, aprobada en 1936, ofreció pagos a los
agricultores por transformar las superficies agrícolas en cultivos de especies
promotoras de la conservación del suelo. La plantación de más de 200 millones
de árboles desde Canadá hasta Texas, fue otra de las medidas adoptadas por la
administración nacional.
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